Los alumnos de 1ºESO C para celebrar la festividad de
Halloween han inventado en la asignatura de Lengua un truculento cuento de terror
encadenado. Cada alumno iba siguiendo de manera encadenada las ideas que el
resto de sus compañeros iban aportando. Finalmente, el resultado es más que
satisfactorio y los alumnos, de manera colaborativa, han conseguido crear un
estupendo cuento de terror donde encontramos: misterio, intriga, aventura,
sucesos, personajes...
Lo compartimos para que todos vosotros podáis leerlo.
Allá va...
Cuento encadenado de terror
(creado por los alumnos de 1ºESO C)
Cuenta la
leyenda, que en una noche oscura y tenebrosa ocurrió un suceso
inesperado…
En un
castillo negro y abandonado sucedió algo inexplicable. Detrás de un árbol
apareció una gran sombra negra que daba miedo; era la silueta de un asesino. Al
parecer, el asesino iba cortando cabezas con un hacha. Este iba amenazando a
niños y a todas las personas que estuvieran disfrazadas con una careta.
Una niña
llamada Jimena estaba pidiendo chucherías en la noche sombría, cuando el
asesino merodeaba por donde estaba la niña llevando en la mano izquierda una
cabeza de humano y la mano derecha cubierta de sangre.
De repente,
la niña se dio la vuelta asustada y salió corriendo al ver al asesino...corrió
y corrió y llegó a un camino tenebroso desde el que podía ver una luz verde al
final que la llamaba ¡ven a mi! ¡ven a mi!, repetía una voz.
Caminó y
caminó hasta llegar a esa luz donde descubrió una casa destrozada, era la
casa en la que vivía el asesino.
La niña,
curiosa, entró a la casa y se encontró al asesino frente a la puerta, el cual,
inexplicablemente había regresado antes que ella, como por arte de magia. Se
miraron fijamente y el asesino dio vueltas sobre ella observándola
detenidamente.
Ella le
quitó la careta al asesino y observó que le faltaba un ojo. Cuando la niña vio
esto salió corriendo por otro camino y... llegó a un nuevo castillo viejo y
abandonado.
Una vez
allí, la niña se paró delante de la puerta y la empujó débil y sigilosamente,
entró y una vez dentro, se encontró un cadáver. De pronto, el muerto despertó,
la miró fijamente y en un instante, el cadáver le arrancó las cuerdas vocales a
la niña y se las puso a una guitarra. La niña se desmayó, su cuerpo se
tornó alma y se encarnó en otra vida.
El cadáver se volvió esqueleto, salió por la puerta asustando a todo lo que
se ponía en su camino mientras tocaba una melodía hipnotizante con la guitarra
de las cuerdas vocales de la niña e hipnotizaba a los niños que iban pidiendo
en ese Halloween “truco o trato”.