Lectura recomendada: Marcos Ana ‘Vale la pena luchar’

En el mes que nuestro centro dedica a la Paz, la Memoria y la Concordia os recomendamos una obra del poeta Marcos Ana, titulada “Vale la pena luchar”, que podéis encontrar en Librarium:


Obra de Marcos Ana en Librarium
Obra de Marcos Ana en Librarium (clic en la imagen)


Se trata de un libro pequeño (226 páginas) que Marcos Ana escribió con 93 años de edad en 2013. Es su última obra, pues falleció en 2016. 


A lo largo de diez breves capítulos Marcos Ana recuerda su larga y dura vida y en ellos intercala y encuadra sus poemas, pero también palabras y mensajes de sus compañeros de presidio pues como él dice 

"... llevaré a mis presos a cuestas. Son parte de mí."


Es una obra que Marcos Ana escribe con ilusión pensando en los jóvenes, y quizá no tan jóvenes, a los que aconseja:

"No envejezcas, mantén la juventud de tus ideas. Disfruta del amor, que es la aventura más apasionante, y vive siempre para los demás, que es la mejor forma de vivir para ti mismo"


Y es que Fernando Macarro Castillo, nacido en 1920 en un pueblo de Salamanca, ingresó en una cárcel de la dictadura franquista con 19 años y salió con 41, veintitrés años después, convertido en el poeta Marcos Ana, nombre que eligió para honrar los de sus padres: Marcos, fallecido en un bombardeo de la Legión Cóndor alemana en Alcalá, y Ana que falleció en 1943 siguiendo la trayectoria de su hijo de cárcel en cárcel. 


Le atribuyeron la responsabilidad de tres ejecuciones en las que supuestamente participó con 16 años, en 1936. Unos crímenes por los que al parecer ya habían sido juzgados, condenados y fusilados otras personas.


Él siempre se declaró inocente y, aunque el dictamen inicial de pena de muerte fue anulado por defectos de forma, volvió a ser condenado y en  1944 su pena de muerte fue conmutada por 60 años de cárcel. 

A mediados de los años 50 fue cuando empezó a escribir poesía, tras largos años de lecturas clandestinas, y gracias a la ayuda de amigos y compañeros que lograban sacar al exterior sus poemas.


Por ejemplo, grandes poetas en el exilio, como Rafael Alberti, contribuyeron a difundir su obra en el extranjero. Así consiguió salir de la cárcel gracias a una campaña de Amnistía Internacional para su liberación, en la que destacaron tanto Pablo Neruda como Rafael Alberti.

Se marchó al exilio a Francia, viajó a Chile para encontrarse con Neruda y no regresó a España hasta 1976, ya fallecido Franco. Con Neruda visitó Auschwitz, como nos cuenta en esta obra.


Creía que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla, y por eso contaba a aquellos que nacieron en democracia sus historias y vivencias. Siempre joven de mente y espíritu, Marcos Ana es el poeta de las víctimas del franquismo, dejándonos claro a todas que vale la pena luchar, porque

 "Nunca se sabe cuándo puede encenderse la llama de la solidaridad en una persona".


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